Los dueños de Paco, visiblemente angustiados, y tras recorrer unos tres kilómetros buscando ayuda, informaron a los agentes de que el pozo se encuentra a unos 400 metros de la playa conocida como “Playa Carnaje”.  

Los agentes optaron por trasladar los vehículos a las proximidades del pozo, ya que en el terreno no hay rocas o árboles donde poder asegurar cuerdas o cabos para un eventual rescate, en la boca del cual observaron que el pozo en sí era de unos 10 metros de profundidad y 2,5 metros de diámetro y en su interior había un perro y varios jabalíes con claros síntomas de estrés.

A partir de este momento los agentes de la Guardia Civil estudiaron todas las posibilidades de rescate de los animales y decidieron en un primer momento sacar al perro. Para ello, y con los efectivos de Protección Civil de Níjar y los Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía presentes en el lugar, un miembro de Protección Civil experto en trabajos verticales se descolgó dentro del pozo y rescató al animal.

Los propietarios de Paco, que se encontraba en buen estado, visiblemente emocionados, agradecieron a los agentes el esfuerzo por sacarlo del pozo. Posteriormente agentes de la Guardia Civil señalizaron y acotaron el pozo, diseñando un dispositivo para rescatar a los dos jabalíes. Con la ayuda desinteresada de “Solo Vertical – Guías de Montaña” que aportó el material necesario y el personal técnico, se realizaron de forma simultánea descensos por la pared del pozo para, mediante un lazo con pértiga (dotación de la Patrulla de la Guardia Civil) subir a los jabalíes a la superficie.

Después del gran esfuerzo de los profesionales, que demostraron una gran pericia al lograr rescatar a los animales, los jabalíes fueron puestos en libertad en el mismo momento tras soltar el lazo usado para su rescate.

Una vez finalizado el dispositivo, los agentes de la Guardia Civil han formulado denuncia administrativa al propietario del terreno por infracción al R.D. 2857/1978 por el que se aprueba el Reglamento General para el Régimen de la Minería y que desarrolla la Ley 22/1973 de Minas en concordancia con el R.D 863/1985, Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera e Instrucciones técnicas complementarias ITC 04.2.01, concretamente la que indica que toda excavación peligrosa abandonada deberá quedar eficazmente señalizada, de manera que nadie, inadvertidamente, pueda entrar en ellas; así como que en las bocas de los pozos que existan en superficie y no estén en servicio se taparán convenientemente a fin de imposibilitar el acceso y la caída de personas y/o animales.