Decía Ryszard Kapuściński que los cínicos no servían para el periodismo, y no es que se equivocara, es que no conocía el nivel al que llegaría la noble profesión de contar cosas limpiamente u opinar con riesgo, ni a la fauna de juntaletras sin el más mínimo oficio, a los locutores correveidile y a los soldados de fortuna de la información que padecemos. Lo que ocurre es que estos de los que hablamos quedarían inmediatamente descartados a priori como periodistas por el polaco que comenzó su aventura como reportero con 18 años, justo al finalizar la II Guerra Mundial y que es un ejemplo mundial de compromiso con el oficio.

Por eso, que un ultranacionalista andaluz admirador confeso de los Califatos Omeyas y de los Reinos Nazaríes y los Reinos de Taifas se preste, o se venda, a atacar a un tercero por indicación de un ultracatólico nacionalista español, seguramente fan de la Reconquista a sangre y fuego y de del imperio de la Santa Inquisición, como Eugenio Bayo, el Coronel Denuncias, no deja de tener su gracia, sobre todo porque a ese tercero, Luis Montoya, le achaca Martos el haber trabajado para Vox cuando lo hizo en su momento para Podemos, algo que ya dijimos ayer que era rotundamente falso; la única colaboración de Luis Montoya con Podemos fue una charla sobre corrupción a la que yo mismo asistí por su interés informativo y a la que acudieron gentes de toda las tendencias políticas, incluidos algunos militantes primitivos de Vox El Ejido. Ya dijimos también ayer que no existe ninguna clase de relación de Luis Montoya con Ciudadanos o con UPYD, salvo por la ley de los seis grados de separación, que nos puede vincular a cualquiera con el Ku Klux Klan o con lo que haga falta.                                          Dejemos las cosas claras, Lo que intenta hacer Martos, parece que por encargo, no sabemos si del propio Coronel Denuncias y el antiguo Comité Ejecutivo de Vox, del PP o de todos, es darle una patada en el trasero a Francisco Rojas, el hasta ahora presidente de Vox Almería, usando a Luis Montoya como excusa. Recordemos que Eugenio Bayo, el coronel Denuncias, se postulaba como candidato a la alcaldía de Almería por Vox hasta que fue defenestrado junto con sus compañeros del Comité Ejecutivo de ese partido. Las luchas internas en Vox son, pues, ‘más fruto de la presión y el intento de control del PP y de Gabriel Amat que de cualquier otra cosa’, nos comenta un militante de Vox.

Pero volviendo a las maniobras de las que acusa Martos a Luis Montoya en la época posterior al cierre de La Crónica de Almería y su sede en El Ejido, donde trabajaban Martos y su mujer, que después se incorporaron al gratuito Diario de Almería. Según fuentes consultadas por esta redacción, los dueños del citado diario gratuito pertenecían a un grupo empresarial ligado a El Ejido y un empresario madrileño que acabó vendiendo las acciones ‘por tal de quitarse de en medio a Martos y a su esposa, empleados del diario, que fue adquirido finalmente por un empresario vasco, socio mayoritario de Luis Montoya en El Mundo Almería’.                              Carlos del Campo

Asimismo, y en contestación a lo que afirma Rafael Martos en su artículo sobre la fábrica de coches eléctricos, hemos podido indagar que existía un convenio firmado con distintas universidades, todas conocedoras de las firmas de los unos con los otros, puesto que su diversificación, en cuestión de producción y desarrollo, requería contar con aquellas que pudieran aportar tecnología y/o desarrollo. Está también comprobado que en los convenios suscritos con las distintas universidades, en todos ellos, siempre existía un miembro o responsable de la Universidad de Almería, puesto que la intención de Montoya y su socio era la de que la almeriense capitaneara todo el proyecto de I+D+I.

Convenios firmados con la Universidad de Almería, con cesión de vehículos para distintos experimentos que, hoy en día, han servido para el desarrollo de los vehículos sin conductor y que siguen funcionado y dedicándose a la toma de datos. Otros convenios se firmaron con la UCM, Universidad de Castilla-La Mancha y con la Politécnica de Almadén, hasta la llegada de Cospedal al poder en esta comunidad autónoma.

Con respecto a los ‘equipos obsoletos’ vendidos al Ayuntamiento de Almería basta indagar un poco para averiguar que fue la empresa TELVENT la vendedora, para el proyecto Ciudad Digital y no el propio Luis Montoya como afirma Martos.                          Francisco Rojas

En relación a la posible vinculación de Luis Montoya con Vox desconocemos cualquier tipo de nexo, salvo el de índole personal que pueda tener con determinados miembros de esta formación de ultraderecha, al igual que de otros muchos otros partidos. A nadie se le escapa que Luis Montoya es uno de los mayores conocedores de los entresijos políticos en la provincia de Almería, provincia que conoce como la palma de su mano, y que es un magnífico referente para elaborar un Who is who (quién es quién) fiable de los mundos político y empresarial, así que no es extraño que políticos neófitos de diferentes tendencias se acerquen a él para informarse de determinadas cuestiones que habitualmente quedan ocultas a la luz pública.

Pruebas de que lo que sabe es muy comprometedor y no interesa que se divulgue son los ataques continuos a los que es sometido, del que estos dos artículos de Martos son una prueba menor, y el interés por parte de algunos de sus ‘afectados’ de convertir a Luis Montoya en un ‘apestado’. 

Por ello tenemos que insistir de nuevo en que el señor Martos, don Rafael, si quiere que su historia parezca mínimamente verosimil, está obligado a hacer público el documento que menciona y que de momento tenemos que dar por inexistente,  porque para alquilar esa "supuesta sede electoral"  o cualquier otra, quien tenía que dar el visto bueno y aprobación no es otro que el propio Secretario de Organización de Vox, Carlos Del Campo, ahora ya dimitido de su cargo, y siempre previa autorización y aprobación de Madrid, como suele ser habitual en un partido tan centralista.

Luis Montoya nunca ha formado parte ni ha sido miembro ni afiliado de Vox, por lo que, en cualquiera de los casos, NUNCA PODRÍA CONTRATAR NI DECIDIR NADA QUE AFECTE A VOX, salvo que Martos demuestre lo contrario. Esa sede electoral a la que hace mención Rafael Martos, según hemos podido comprobar esta misma mañana, fue contratada por D. Javier Cabezón y la prueba más evidente es que él mismo ha tenido que sufragar los mencionados gastos a pesar de haber contado con el visto bueno del secretario y del presidente de campaña, mano derecha entonces de Del Campo, Enrique Fernández de Giles, quien se propuso como candidato número 1 por Vox al Congreso, propuesta denegada por Madrid. Al igual que la candidatura de Bayo, el Coronel denuncias, a la Alcaldía de Almería.

Para consultar y contrastar algunas de las informaciones ‘molestas’ de Luis Montoya:                 https://wikiluismonti.wordpress.com