No hace falta repetir que los sueldos de los políticos locales y provinciales son indecentes, como puede comprobar usted mismo en este cuadro de más abajo, este de la Diputación Provincial de Almería, sobre todo si tenemos en cuenta lo que se gana en la actividad privada o se compara con el sueldo medio de los españoles. Ni tampoco hace falta recordar por qué algunos políticos ‘matan’ en campaña electoral por repetir el cargo o hacerse con él. Ponga usted en esta casilla imaginaria: x, la foto de uno de sus gañanes o inútiles favoritos o favoritas que lleve surfeando la crisis tan estupendamente estos últimos años. Pero recuerde también cuántos juguetes rotos ha dejado la política en los ámbitos cercanos, seamos justos.
El acuerdo al que se había llegado en El Ejido entre Vox y el PP, simplemente había multiplicado por dos la indecencia habitual, porque esta vez serían dos los partidos con unos resultados muy similares, 9 actas PP y 7 Vox, los que no querían dejar a nadie en la cuneta y sin cobrar uno de esos sueldos indecentes de los que hablamos. Calificar a Bonilla de Ávida Dollars, que es como le llamaba Louis Breton, y después Cabrera Infante, a Salvador Dalí, tan solo por querer cobrar de Diputación y librar de esa carga al maltrecho erario público ejidense, es conocer muy poco el alma alpujarreña, concretamente de la Contraviesa, y su mítico espíritu aplicado, poco gastoso y emprendedor: ahí tenemos como ejemplo máximo de lo que digo a don Gabriel Amat, al fin y al cabo de Murtas a La Rábita hay muy poca distancia. Por no decir de Albondón a La Rábita, que hay bastante menos.
Por supuesto que Juan José Bonilla, como páter familias, como auténtico patriarca bíblico ejidensealpujarreño, quiere lo mejor para su grey, en este caso los seis concejales, seis, que han conseguido su acta por Vox en El Ejido, aparte de él. Y Bonilla es muy de ‘donde fueres, haz lo que vieres’, que es la mejor forma de prosperar que ha habido siempre en esta zona del Poniente. Por tanto, estaba claro que si Paco Góngora no quería dejar a ninguno de los suyos sin sueldo, Bonilla haría lo mismo. Pero en todo esto del acta de Diputación tiene que haber algo más. Y no es cabezonería o una petición de reconocimiento de méritos electorales; aquí hay espíritu emprendedor y deseo de conquista de nuevos espacios por parte de Bonilla y eso se reconoce a tiro de legua.
La Diputación de Almería maneja un gran presupuesto y licita buena parte de las obras que se ejecutan en toda la provincia, a la vez que otorga buena parte de la concesión de servicios. Eso, sobre todo ahora que los municipios andan escasos de recursos propios, es maná caído del cielo para muchas empresas. ¿Y qué tiene esto que ver con Vox y con Bonilla? Aquí es donde toma protagonismo esa frase lapidaria que oímos con frecuencia en las series o leemos en las novelas de género negro: ‘Cuando quieras saber la verdad, síguele la pista al dinero’.
A partir de ahí, a partir de averiguar quién ha puesto la pasta para la campaña de Vox, quién ha pagado las comilonas en los actos electorales (los de El Ejido y los de Roquetas, al menos) quién pasó la tarjeta en El Edén y hasta la manzana en ‘El Paraíso’, todo ello seguramente con todas las de la ley, aquí no se está acusando a nadie de ninguna ilegalidad, con tan solo esa información, decía, podríamos averiguar incluso quién puso a Bonilla al frente de Vox El Ejido, con la anuencia de qué importante cargo del PP, y qué planes tienen o tenían para Diputación y para El Ejido y Roquetas. Sobre todo para El Ejido. Porque en El Ejido va a haber mucho jaleo, sí, pero ese jaleo será nada comparado con la cantidad de maniobras orquestales en la oscuridad (OMD en sus siglas en inglés), así que muy atentos al resultado del partido: no es lo mismo que sea un Vox: 0 Bonilla: 7 que un 4:3 o un 3:4. Si El Ejido y sus gobernantes no eran ya lo suficientemente rehenes de muchas cosas, toma unos cuantos versos libres para entretenerte. Que se ha generado una inestabilidad poco deseada y hasta sorpresiva se puede leer entre líneas en medios almerienses en principio poco proclives a Vox que ahora se inclinan por la línea institucional, como siempre, frente a la rebelión de los ‘moriscos’.