Carmen Crespo y la guerra del agua

Carmen Crespo

Carmen Crespo ha vuelto a desatar la polémica por unas declaraciones en las que aseguraba que existen 50 hectómetros cúbicos de excedente que muy bien se podrían ceder a la provincia de Almería. 

El Embalse de Rules, en los términos municipales de Vélez de Benaudalla y Órgiva, con una capacidad de 118 hm3, fue inaugurado en 2004 y recoge las aguas de la vertiente sur de Sierra Nevada, de la Sierra de Lújar y de las barranqueras de la Sierra de la Contraviesa. Pero, desde su inauguración, este faraónico proyecto (228 millones de euros más los otros casi 320 millones que se estiman necesarios para las conducciones) ha estado en el ojo del huracán ya que carece de las canalizaciones necesarias para llevar el agua hasta los cultivos subtropicales del valle del Río Verde y a los invernaderos de la zona de Castell de Ferro-Albuñol, así como el suministro de agua para el consumo humano de buena parte de la población de la Costa Tropical, unos 100.000 habitantes, que albergan la esperanza de que, en un futuro, jamás tengan problemas de suministro de agua ni para consumo humano ni para la agricultura o la industria turística gracias a esta obra y la hipotética finalización de la red de canalizaciones.                                                                                            

Ahora, la nueva consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, la almeriense Carmen Crespo, ha vuelto a desatar la polémica por unas declaraciones en las que aseguraba que existen 50 hectómetros cúbicos de excedente que muy bien se podrían ceder a la provincia de Almería interconectando Rules con el Pantano de Benínar, e incluso este a su vez con el de Cuevas de Almanzora, en lo que la propia consejera llama “la autovía del agua”, y todo ello sin que a día de hoy el agua del pantano haya llegado a la Costa Tropical. La respuesta no se ha hecho esperar, y no solo por parte de los políticos de la costa granadin y de los agricultores potencialmente afectados, también el propio delegado de la Junta en Granada negó categóricamente que el agua de la presa de Rules vaya a venir para Almería. En una nota de prensa posterior, la Consejería de Agricultura ha señalado que mantiene su firme compromiso de alcanzar un Pacto por el Agua a través del diálogo y el consenso. Algo que se antoja difícil, sino imposible, dadas las reacciones casi atávicas a las que suelen mover las guerras del agua. Algo que saben muy bien los políticos, y más en campaña. Así, La alcaldesa de Motril, Flor Almón, y Antonio Escámez, primer teniente de alcalde, han negado que el agua de Rules vaya a ir a parar a ninguna otra provincia. De momento el agua de Rules se queda, como bien dicen los ecologistas granadinos, en la piscina más cara de Europa, a falta de construcción de las conducciones necesarias, algo que compete al gobierno central.