Mil nijareñas asisten a los IV Premios en Reconocimiento a la Mujer

La alcaldesa de Níjar, Esperanza Pérez Felices, acompañada por la concejala de Bienestar Social, Victoria Calatrava, han hecho entrega de los IV Premios en Reconocimiento a la Mujer Nijareña con motivo del Día Internacional de la Mujer.

La primera edil, que en su intervención dio la enhorabuena a todas la mujeres, y en especial a las distinguidas en cada una de las categorías, señaló que “vosotras habéis supuesto un pilar básico en el desarrollo de este municipio, por ello desde este equipo de gobierno decidimos crear estos premios en los que año a año ponemos en valor este importante papel en nuestra sociedad”. Y añadió: “Aunque aún queda camino por andar, las mujeres hemos conseguido importantes logros y derechos que nuestras abuelas no tenían, por eso no podemos permitir perder ninguno de ellos, tenemos que seguir luchando para conseguir la igualdad efectiva en todos los ámbitos”.

Este año se han entregado cinco galardones a personas destacadas en el campo de la agricultura, el turismo, el deporte, la cultura o la labor social. Margarita Carrillo Correa ha sido reconocida por su labor deportiva. De ella se destacó cómo, en 1987, comenzó a dar clases de gimnasia para mujeres y en diferentes colegios, impartió clases de natación para niños y adultos y para personas con necesidades especiales en la piscina de Níjar y posteriormente también en la de Campohermoso  y San Isidro, creó una asociación, Aquabel, con otros compañeros, que actualmente preside y ayudó a implantar el socorrismo en las playas del Municipio. Actualmente, su asociación recorre más de 18 pueblos del municipio impartiendo clases de gimnasia de mantenimiento para la tercera edad y fomentando el bienestar social, psicológico y físico de los mayores. 

María Torres Salvador comenzó a trabajar en el manipulado como envasadora en Agroponiente, a la vez que se formaba en el mundo de la producción ecológica a través de los cursos de la Junta de Andalucía y de su cercanía con todo lo relacionado con el mundo agrícola gracias a profesores como Fernando del Moral, de la UAL. En 2006 se hizo empresaria agrícola. Ha recibido la distinción por su labor en la agricultura nijareña.

El galardón a la labor cultural ha correspondido a Ana María Navarro Cayuela. Comenzó a bailar muy pequeña, con profesoras como Bienve o Mabel Salinas, pero reconoce que quien la metió de lleno en este mundo fue Paqui Montoya, gran profesora y amiga, que al marcharse le dejó su grupo. Desde entonces, hace ya 21 años, sigue impartiendo clases a grandes y pequeños.  Comenzó a formarse con grandes bailaores tomando clases de flamenco a su lado. Ha trabajado en la Academia de Baile Raquel Reverte, en la Academia Arancha Nieto, y, actualmente, compagina su trabajo en Coprohníjar con su pasión: el baile. Es la directora y coreógrafa del grupo de baile Ana Navarro, compuesto por 40 personas de entre 3 y 71 años.

El premio por su labor en el mundo del turismo ha correspondido a Isabel Montoya Simón. Es una mujer que siempre se ha sentido muy vinculada a su pueblo, colaborando por el desarrollo turístico del mismo y por su mejora, para así poder mostrar a turistas y visitantes, su belleza, su historia y su patrimonio. Es por eso por lo que decidió cursar estudios de Guía Turístico Ambiental. Y en la actualidad atiende la Oficina de Información Turística de la Junta de Andalucía en la Villa de Níjar. Tiene un largo curriculum de proyectos y trabajos llevados a cabo en favor de la Villa de Níjar y recientemente ha colaborado con el Ayuntamiento de Níjar y las distintas Asociaciones para conseguir que la Villa de Níjar formase parte de la lista de los pueblos más bonitos de España.

El reconocimiento a la labor social ha sido para el equipo de trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio de Níjar. Implicadas en la atención a mayores y a las personas en situación de dependencia, las auxiliares del Servicio de Ayuda a Domicilio en la actualidad son en total 60 profesionales, todas mujeres, involucradas con su trabajo y con el proyecto asistencial del que forman parte. Han contribuido a la dignificación de la profesión y a la eliminación de la economía sumergida de este sector, así como a la defensa y puesta en valor del trabajo de la mujer.